Cali vibró con Calibélula y las Bibliotecas Hacen Cine

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Los niños y adolescentes narradores de sus propias historias

El cine sigue siendo una poderosa puerta de entrada al universo de los sueños, los retos, la memoria y la esperanza. Un lenguaje sin barreras donde la edad, los títulos o los pergaminos no importan. Así lo vivieron más de 300 personas, entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos, gracias a una inspiradora alianza entre Calibélula y la Fundación Arte, Territorio y Paz, con su proyecto Las Bibliotecas Hacen Cine. Durante esta experiencia en Cali, que tuvo lugar en instituciones educativas como Las Américas, el Instituto Etnocultural, Alfonso López Pumarejo y la Sala Audiovisual de Cali, tres lideresas extraordinarias llegaron a tocar corazones y sembrar historias de vida, resiliencia y arte. Una de ellas fue Laudid María Hernández, una mujer de 62 años que cinco años atrás deseaba rendirse ante el peso de la soledad y la tristeza. Pero el arte, literalmente, le salvó la vida. Hoy lidera con orgullo la biblioteca comunitaria Rayitos de Sol en Cartagena, un espacio que nació casi por accidente al pedir libros y juguetes para su nieto, y que hoy acoge a decenas de niños que se sumergen en la magia de la lectura y las historias contadas por su voz vibrante y amorosa. También llegó Yeris Córdoba, cantante, influencer y sabedora cultural de la Isla Tierra Bomba, quien llenó de mar, tambor y tradición afrocaribe el alma del público caleño. Con su swing costeño, sus juegos tradicionales y su historia de resistencia, hizo vibrar a los asistentes, que no solo bailaron, cantaron y trenzaron, sino que reconocieron el valor de sus raíces y su diversidad.

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Ambas hacen parte de los documentales Las Mujeres de Tierra Bomba y Un Nuevo Paraíso, dirigidos por la realizadora Heidy Helena Mejía, quien junto a su esposo ha sido ganadora de la Beca Comunicación y Territorios del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes 2024. Este proyecto ha permitido que jóvenes de territorios vulnerables como La Guajira, Atlántico y Bolívar sean protagonistas de sus propias narrativas, desde sus contextos, con orgullo y sin filtros. Este trabajo se entrelazó en Cali con una de las iniciativas más potentes de Calibélula: Calibélula en las Aulas, bajo la coordinación del catedrático, Roberto Carlos Barragán, un programa de formación audiovisual que ya ha dado vida a una maleta de 13 cortometrajes realizados por estudiantes de colegios públicos y privados, guiados por profesionales del cine a nivel local, nacional e internacional. Las historias emergen desde el aula, usando técnicas como la ficción, las sombras chinescas, el stop motion y, recientemente, el noveno arte: la historieta. Esta estrategia no solo forma a nuevos realizadores, sino que empodera a niñas, niños y adolescentes para que se reconozcan como agentes de cambio y narradores de sus propias realidades. Bajo el liderazgo de Patricia Elena Patiño, promotora cultural y directora de Calibélula y un equipo de trabajo, el festival ha ganado reconocimiento nacional e internacional, siendo beneficiario de convocatorias como Concertación Nacional del Ministerio de Cultura, el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), EGEDA Colombia y la Gobernación del Valle. Calibélula no es solo un festival ni una plataforma audiovisual: es un movimiento que cree firmemente en el poder del cine como herramienta educativa, emocional y social. En tiempos en los que los jóvenes enfrentan desafíos complejos, este tipo de experiencias les devuelve la voz, la confianza y el sentido de pertenencia. Porque cuando un niño crea una historia, construye un futuro. Y cuando una niña toma una cámara e incluso un celular, bien utilizado, transforma el mundo, indicó la comunicadora social.

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OFICINA DE COMUNICACIONES CALIBELULA

10 de mayo de 2025